Reseña De La Pelicula Medianoche en París

     Hola flores del día, ¿cómo están? Yo lo desearía.

     Hoy os traigo una reseña de una película que ya conocéis por el título. La película me pareció tener una propuesta interesante y al mismo tiempo un poco confusa. En mi opinión, era el deseo del personaje principal de volver al pasado de París. Y para ser honesto, no me gustó mucho la sensación de esta película, he visto otras películas de este estilo y me gustó. En cuanto a este, no creo que me haya gustado tanto por el personaje principal. No creo que le haya ido tan bien. Lo siento por cualquiera que sea fanático del actor (principal). Pero, para ser honesto, no tenía buena pinta. No tengo nada en contra del chico, veo que realmente tiene potencial para el cine. Pero en este tipo de películas, en mi opinión, no estuvo bien.

     Puedes encontrar esta película en Netflix.


     En este guión sencillo pero sanador de almas, el realizador estadounidense representa la capital de Francia como un ser que dirige las vidas de las personas hacia el amor o el olvido. El director transforma la "ciudad luz" en un cosmos completo, espacial y cronológico, en un "ente" escénico, dramático y audiovisual capaz de todo. 

     París, la "Ciudad Luz", es una sombra que vaga por los oscuros pasillos de Occidente, tejiendo y destejiendo el tiempo y el espacio de toda una civilización y de sus individuos. En alguna otra época, la ciudad habrá sido Ítaca, con todo el corazón griego invadido por aquel lugar. Y hoy descubrimos que el mismo rol mítico lo puede tener París… con sus puentes, su torre, sus barrios, sus avenidas, sus tejados, plazas, teatros y museos. Sus catedrales, estatuas, palacios y jardines. Sus callejuelas medievales, cafés y obeliscos egipcios… todo eso fluye a nuestra vista en el comienzo de Medianoche en París de Woody Allen, filme del 2011.



Todo eso y el paso de una lluvia están en los algo más de tres minutos iniciales de la película, acompañados del saxo soprano de Sidney Blechet y su Si tu vois ma mere. Una ciudad quizás no eterna, pero sí fluida, móvil, vibrante: “Tal vez la inmovilidad de las cosas a nuestro alrededor les es impuesta (…) por la inmovilidad de nuestro pensamiento frente a ellas…”, supo decir Proust en su Búsqueda del tiempo perdido. Owen Wilson, un rubio de nariz torcida e mirada ingenua, interpretará a Gil Pender en una aventura en París que está relacionada a lo que Gil sente: la capacidade de recuperar el tiempo que se le foi, que se le escapó de las manos por ter nacido lejos de él... y porque para Gil, París no es apenas un paisaje inmóvil, sino que vive en él. Se dio cuenta de que el éxito de su trabajo como guionista de cine en Estados Unidos le estaba alejando de su verdadero deseo de escribir su gran novela y acabar su carrera como escritor… y escribirla en París, su gran musa inspiradora. Sin embargo, no se encontraba en el París actual, que debía compartir con su prometida, Inez (Rachel McAdams), sino en el París ideal, aquel de sus grandes referentes artísticos, a quienes quería emular en sus míticas buhardillas, hambre juvenil y baraúndas alocadas de mujeres y Pernod.



     En la mente del joven idealista, París se expandía mientras se desmoronaba la máscara que lo asediaba en Inez y hasta en sus futuros suegros, y que crecía en nitidez y acentuaba su futuro de inevitable sordidez y soledad. Gil se sentía torturado por la idea de que todos en su entorno odiaran París bajo la lluvia, lo que lo llevó a desarrollar el deseo de la soledad. Una noche, en el regreso al hotel, se extravió y se sentó, desconsolado, en una escalera de algún monumento.

     Un automóvil antiguo se detiene ante él cuando suenan las doce campanadas de la medianoche. Lo invitan a ascender y allí comienza a experimentar el tiempo de París que había arraigado en su alma. En sus anhelos había una ciudad que existía desde siempre. Siempre había magia a su alrededor y la descubrió en un giro del guión que no necesita explicaciones adicionales, pero donde esta falta le da a la cinta el encanto de los cuentos de hadas: lo que sucede, sucede porque sucede.

     Gil se traslada al pasado de París y se reúne con los grandes maestros de la literatura, la música, la pintura y hasta el cine de aquella época: Picasso, Matisse, Toulose-Lautrec, Josephine Baker, Cole Porter, Thomas Eliot, Scott y Zelda Fitzgerald, así como las excelentes composiciones de Dalí de Adrien Brody y Ernest Hemingway de Corey Stoll, entre otros. Además, Gad Elmaleh, el famoso actor Allen también aprovecha la broma lógica de un "bootstrap" o paradoja causal cuando Gil propone a Luis Buñuel (Adrien de Van) un guión para una película llamada El ángel exterminador en 1961, la cual no contará con un autor real.


     La cuestión radica en que el París deseado es verdadero y se encuentra presente. Eso no es un sueño. No es una ilusión. Desde la casa de joyas donde Gabrielle (Léa Seydoux) atiende, puede llegar a una dimensión donde los objetos del negocio, manoseados y bastardeados por su futura familia, están vivos y donde todo sigue siendo tan real y respirable como en su tiempo actual. Ese pasado lo recibe y interactúa con él en repetidas ocasiones, incluso entregando sus manuscritos a la escritora estadounidense Gertrude Stein. Gil tiene la certeza de que París siempre será su hogar, y que sus historias y nombres son verdaderos. Sin embargo, hay un "pero" que lo llevará gradualmente a una nueva realidad personal.


     Medianoche en París
 (título original en inglésMidnight in Paris) es una comedia cinematográfica estadounidense de 2011 ganadora del Óscar al mejor guion original,​ escrita y dirigida por Woody Allen,​ que se presentó en la apertura del Festival de Cannes de 2011.​ La película ha sido la más taquillera de Allen en los Estados Unidos.



Argumento

     En 2010, Gil Pender (Owen Wilson), un guionista de Hollywood exitoso pero desilusionado, y su prometida, Inez (Rachel McAdams), están en París de vacaciones con los ricos padres de Inez. Gil está luchando por terminar su primera novela, centrándose en un hombre que trabaja en una tienda de nostalgia. Inez descarta su ambición como un soñador delirante y lo anima a seguir con la escritura de guiones más lucrativos. Gil está considerando mudarse a París (que observa, para disgusto de su prometida, es más hermoso bajo la lluvia). Inez tiene la intención de vivir en Malibú. Por casualidad, se les unen el amigo de Inez, Paul (Michael Sheen), a quien se describe como pedante y pseudointelectual, y su esposa Carol (Nina Arianda). Paul habla con gran autoridad pero con precisión cuestionable sobre los aspectos más destacados de París hasta el punto de incluso contradecir a un guía turístico en el Museo Rodin e insistir en que su conocimiento de las relaciones de Rodin es más preciso que el del guía. Inez lo adora pero Gil lo encuentra molesto.

    

     Recomendación de fuente, para más información:

https://es.wikipedia.org/wiki/Medianoche_en_Par%C3%ADs

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